Ofrecemos orientación personalizada a nuestros pacientes sobre cualquier aspecto de su salud bucal y los diferentes tratamientos disponibles en cualquier especialidad odontológica.
Nuestros pacientes, en las citas, reciben consejos adaptados a sus necesidades y les ofrecemos respuestas a todas las preguntas o dudas que puedan surgirles.
Proporcionamos información sobre todos los tratamientos que ofrecemos, así como consejos de higiene bucal siempre adaptados a cada problema específico.
PREGUNTAS FRECUENTES
Se recomienda llevar a los niños al dentista seis meses después de que salga la primera pieza dental. Si los padres llevan a sus hijos al dentista desde pequeños, el odontólogo tiene la oportunidad de detectar posibles problemas y ayudar a garantizar que, cuando sean adultos, tengan una dentadura sana.
Sí, durante este proceso las encías están inflamadas y pueden doler. El dolor se puede aliviar haciendo suaves masajes en la zona con el dedo o con un pañuelo húmedo. Este proceso natural de la salida de los dientes no provoca fiebre. Si el niño tiene fiebre alta, es importante acudir al médico, ya que podría tratarse de otro tipo de problema.
Es difícil establecer a qué edad un niño necesita un tratamiento de ortodoncia. Teniendo en cuenta que los niños entre 7 y 12 años están en el período de cambio de dientes (cuando los dientes temporales o de leche se exfolian para dar paso a las piezas permanentes), se recomienda hacer una evaluación clínica y radiográfica alrededor de los 7 años. Esto permite observar y controlar el crecimiento dentofacial adecuado durante este período. En ocasiones, si hay problemas evidentes, puede ser recomendable visitar a los niños antes de los 7 años para realizar un tratamiento precoz.
A cualquier edad, la ortodoncia puede corregir la malposición de los dientes para lograr una boca saludable. Una bonita sonrisa ilumina el rostro y lo hace más atractivo. El hueso de los maxilares, aunque es muy duro, también es muy flexible. El proceso biológico implicado en el movimiento dental es el mismo a cualquier edad, por lo que los dientes pueden moverse tanto a los 20 como a los 60 años. No se trata solo de estética, sino también de salud. Una mala posición de los dientes puede favorecer la aparición de otros problemas como caries, enfermedad periodontal o problemas articulares.
Es muy interesante el concepto de ortodoncia preprotésica en adultos para lograr una mejor situación antes de una rehabilitación con cualquier tipo de prótesis. Además, es importante recordar que una boca bien alineada no solo mejora la estética, sino que también contribuye al bienestar general. Si tienes dudas sobre la ortodoncia, no dudes en consultarnos.
La pérdida de dientes o muelas puede provocar diversos tipos de alteraciones, que serán más importantes cuanto mayor sea el número de piezas perdidas y el tiempo que pase hasta su reposición. Algunas de las alteraciones más destacadas son:
- Alteraciones digestivas: La boca es la primera parte del tubo digestivo y cumple funciones importantes que influyen decisivamente en una correcta ingesta. Cuando comemos, los alimentos deben ser adecuadamente triturados por los dientes, especialmente por las muelas, y mezclados con la saliva, que contiene sustancias que inician el proceso de digestión. Si faltan piezas dentales y este proceso de trituración y mezcla no se realiza correctamente, el alimento llega al estómago en condiciones no idóneas, lo que a largo plazo puede provocar alteraciones digestivas.
- Alteraciones en la articulación temporomandibular (ATM): La articulación temporomandibular conecta la mandíbula con el cráneo y permite los movimientos de abrir y cerrar la boca, masticar, hablar, etc. Para que la mandíbula esté en una posición correcta, es necesario que haya dientes y muelas tanto en la parte superior como en la inferior, y que encajen correctamente. Cuando faltan piezas dentales, la posición de la mandíbula se altera, lo que puede derivar en problemas como ruidos al abrir y cerrar la boca, dolores o incluso bloqueos.
- Alteraciones en la fonación (pronunciación): La pronunciación de ciertos sonidos, como el de la letra "C", se realiza apoyando la lengua sobre los dientes anteriores. Cuando faltan piezas dentales, algunos sonidos no se pueden pronunciar correctamente.
- Alteraciones estéticas: Otra función importante de los dientes es la estética. El aspecto de una cara, e incluso de una persona, puede variar según la posición, el color o el tamaño de los dientes. Además, los dientes mantienen la forma y el tono de los músculos de la cara, evitando la aparición de arrugas que dan un aspecto de envejecimiento prematuro. La reposición de las piezas perdidas ayuda a mantener un aspecto más saludable del rostro.
Los implantes son dispositivos que consisten en la colocación de una raíz de titanio en el interior del hueso maxilar o de la mandíbula mediante una pequeña intervención quirúrgica. Esta base permite, posteriormente, colocar una o más piezas dentales, restaurando así la funcionalidad y la estética de la boca. Los implantes dentales son una solución efectiva y duradera para la pérdida de dientes, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Aunque el tabaco no produce directamente enfermedades en las encías, sí agrava su evolución y reduce la eficacia del tratamiento.
El tabaco disminuye el aporte sanguíneo a los tejidos de la encía, reduciendo su capacidad defensiva frente a las bacterias. Este efecto es mayor en personas que fuman más de un paquete al día y menos importante en quienes fuman menos de diez cigarrillos. En pacientes que dejan de fumar, después de unos meses la encía adquiere características similares a las de una persona que nunca ha fumado. Por ello, eliminar el hábito de fumar es una garantía de salud para las encías y mejora la eficacia del tratamiento en casos de periodontitis.
Hay varias causas posibles:
- Alimentos: Algunos alimentos, como el ajo, influyen mucho más que otros en el mal aliento. Cuando los alimentos son absorbidos por la sangre, se transfieren a los pulmones y se eliminan con la respiración. Una correcta higiene bucal puede reducir temporalmente el olor, pero este desaparecerá por completo solo cuando el organismo elimine el alimento.
- Higiene deficiente: Si no se mantiene una correcta higiene bucal diaria, los restos de comida y las bacterias pueden producir mal olor.
- Enfermedades: La enfermedad periodontal es una de las principales causas del mal aliento. Las bacterias responsables de la periodontitis metabolizan proteínas y generan compuestos volátiles con contenido en azufre, que producen el mal olor. También puede haber acumulación de pus en la bolsa periodontal, lo que provoca mal sabor de boca y halitosis.
- Boca seca (xerostomía): La disminución del flujo salival, causada por ciertos medicamentos o por respirar por la boca, puede generar mal aliento.
- Otras enfermedades: Infecciones respiratorias, sinusitis crónica, bronquitis o diabetes, entre otras, pueden ser causantes de mal aliento.
- Tabaco: Fumar produce mal olor, manchas en los dientes e irrita las encías. Además, puede causar cáncer oral.
En nuestra boca hay bacterias que producen ácidos que se adhieren a los dientes. Sin una adecuada higiene bucal, estos ácidos forman una capa de sarro, lo que puede causar inflamación y sangrado de las encías.
La mejor forma de evitar la placa es cepillarse los dientes después de cada comida y acudir al odontólogo regularmente para revisiones y limpiezas.